Dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional
El dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional con rectificación de la columna generalmente se debe a contractura de los músculos del cuello, cara o cabeza.
A su vez la contractura muscular es consecuencia de la presencia de campos interferentes en la región o a distancia.
En la radiografía o en la resonancia puede verse artrosis, hernia de disco, rectificación. Lo común es que se culpe a lo que se ve en esas imágenes como la causa del problema. Pero en realidad las imágenes representan el resultado de un proceso.
El dolor puede acompañarse de limitación del movimiento, mareos, vértigo, náuseas, vómitos, taponamiento de oídos, sensación de vacío en la cabeza, etc. A veces el dolor no es tan importante y predomina alguno de estos otros síntomas. Una columna rectificada simplemente significa que ha perdido su curvatura normal porque los tejidos blandos que la rodean (músculos, tendones) se encuentran bajo enorme tensión. El problema se resuelve actuando sobre la causa irritativa.
Cuando el problema persiste en el tiempo y no responde a los tratamientos comunes, la causa habitualmente es una irritación del sistema nervioso ocurrida con anterioridad (meses, años), en cualquier lugar del organismo, que finalmente interfiere la capacidad de autoorganización natural (auto-regulación, auto-reparación). Esa irritación se mantendrá en la memoria del cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado.
La postura, un esfuerzo, una gripe, un problema emocional o el estrés pueden representar el desencadenante en un sistema sobrecargado por otras irritaciones.
La columna cervical, como cualquier otra parte del organismo, no puede ser analizada como un elemento mecánico que funciona independientemente de la persona. Es una estructura viva y está sometida a todas las influencias positivas y negativas, internas y externas, que recibe esa persona.
El dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional con rectificación de la columna generalmente se debe a contractura de los músculos del cuello, cara o cabeza.
A su vez la contractura muscular es consecuencia de la presencia de campos interferentes en la región o a distancia.
En la radiografía o en la resonancia puede verse artrosis, hernia de disco, rectificación. Lo común es que se culpe a lo que se ve en esas imágenes como la causa del problema. Pero en realidad las imágenes representan el resultado de un proceso.
El dolor puede acompañarse de limitación del movimiento, mareos, vértigo, náuseas, vómitos, taponamiento de oídos, sensación de vacío en la cabeza, etc. A veces el dolor no es tan importante y predomina alguno de estos otros síntomas. Una columna rectificada simplemente significa que ha perdido su curvatura normal porque los tejidos blandos que la rodean (músculos, tendones) se encuentran bajo enorme tensión. El problema se resuelve actuando sobre la causa irritativa.
Cuando el problema persiste en el tiempo y no responde a los tratamientos comunes, la causa habitualmente es una irritación del sistema nervioso ocurrida con anterioridad (meses, años), en cualquier lugar del organismo, que finalmente interfiere la capacidad de autoorganización natural (auto-regulación, auto-reparación). Esa irritación se mantendrá en la memoria del cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado.
La postura, un esfuerzo, una gripe, un problema emocional o el estrés pueden representar el desencadenante en un sistema sobrecargado por otras irritaciones.
La columna cervical, como cualquier otra parte del organismo, no puede ser analizada como un elemento mecánico que funciona independientemente de la persona. Es una estructura viva y está sometida a todas las influencias positivas y negativas, internas y externas, que recibe esa persona.
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